Ya lo dijo Hipócrates:
Evitar empeorarla
Esta será la primera fase de nuestra curación y rehabilitación.
Pero no sólo eso, sino que esta idea presidirá nuestro proceso de curación y rehabilitación hasta el final.
Parece muy evidente, pero...¿realmente la ponemos en práctica?
Sigue leyendo y compruébalo a través de la siguiente guía práctica de cuáles considero que son, una a una, las diferentes tareas a cumplir dentro de esta fase:
1- Solicitar Consulta Médica
Cuanto antes.
Lo mejor es acudir a una buena o un buen radiólog@ (Gracias Elena) o a un médic@ deportiv@ o traumatólogo especializado en diagnóstico de lesiones deportivas nada más empezar a sentir los síntomas, o sea en la fase aguda.
Un buen diagnóstico al inicio de la lesión es clave para una rápida y efectiva curación, ya que nos guiará acerca del tiempo aproximado de reposo y las pautas correctas de tratamiento y rehabilitación.
Es peligroso confundir una rotura fibrilar con una sobrecarga muscular o unas agujetas, la rotura de una vaina tendinosa, o de una polea con una tendinitis, o un síndrome compartimental con una sobrecarga, etc...
El tratamiento, y cómo y cuándo empezaremos a entrenar de nuevo tras la resolución de los primeros síntomas, será clave para nuestra curación completa o por el contrario, para sufrir en un futuro de secuelas en ocasiones irreparables.
Sin embargo, varios estudios epidemiológicos reflejan la realidad:
De las lesiones tratadas en la consulta médica de atención primaria, el 50% en el estudio de Hellring (1987), y el 70,2% en el de Frontera y col (1993), resultaron ser crónicas.
Eso sin tener en cuenta el gran nº de lesiones de los muchos que nunca acuden a un médico.
En otras palabras, que normalmente desde que se inician los síntomas hasta que se acude al médico, pasan más de 2 semanas.
¿Cuáles son las causas de demorar tanto la consulta profesional?
- Que las lesiones por sobrecarga tienen una lenta progresión hasta que evolucionan a mayor dolor e impotencia funcional (Frontera, 2003).
- O que los síntomas con frecuencia no suelen estar bien definidos, sobre todo al principio (Frontera, 2003), lo cual dificulta la valoración de la gravedad de la lesión y por tanto la toma de decisiones sobre la necesidad de solicitar consulta médica.
Se considera que si una molestia o sobrecarga dura más de 3-5 días, o que si inmediatamente después de una sesión o durante la realización de un movimiento, tenemos síntomas bien definidos de mucho dolor contra mínimas cargas, e incluso hinchazón, e impotencia funcional, claramente sería el momento de prestar atención a la zona y visitar a un profesional.
- La aplicación de un mal entendimiento del carácter "rudo" que se supone ha de tener un deportista.
El tópico del "no pain, no gain", de aguantar el dolor, e incluso de "curarse escalando", es llevado hasta las máximas consecuencias por aquellos que ignoran que no es en estos aspectos en los que deben aplicar su capacidad de esfuerzo, de soportar el dolor y de sobreponerse a las dificultades.
En la escalada además, se suma el gran desconocimiento por parte de la población escaladora de las lesiones características de nuestro deporte, de los síntomas correspondientes a cada una de ellas, y sobre todo de las posibles consecuencias que tiene el no aplicar el tratamiento a tiempo y no lograr una curación completa.
La mayoría no les dan suficiente importancia, y no las tratan hasta que no les impide escalar.
También contribuye a ello el hecho de que muchos profesionales desconocen nuestro deporte y por supuesto la etiología de algunas de las lesiones propias de él. Si ellos lo desconocen, y nosotros no acudimos a ellos, nunca adquirirán experiencia ni se formarán en el tratamiento de ellas.
Y nosotros tampoco.
Pues bien, una vez que tengamos un diagnóstico y un pronóstico fiable, lo ideal es:
- Asumir la responsabilidad de la propia curación implicándonos activamente en el proceso,
- Confiar en el tratamiento y el plan de rehabilitación, y por último...
- Comprometernos a cumplir el tratamiento y el plan de ejercicios.
Diferentes estudios comprueban que se curan mejor, y más rápido, los deportistas que cumplen las anteriores tareas (Duda y al, 1989; Weinberg y Gould, 1996; Houglum, 2005, Christakou, 2009) junto con estrategias como:
- Establecimiento de objetivos para cada fase de la rehabilitación, estrategias positivas de autodiálogo,visualización de la curación (Ivleva y Orlick, 1991),
- Mantenimiento de la motivación intrínseca por curarse (Wise, Weiss y Yukelson, 1991),
En el desarrollo de todos estos aspectos, nos ayudará:
2- Llevar un Diario de la Lesión (inicio de párrafo añadido el 22-03-2010 a las 8:37)
En el que iremos registrando las sensaciones, mejoras, ejercicios que vayamos haciendo, las pautas de tratamiento que vamos aplicando, una valoración de nuestros ánimos y desánimos, los movimientos que nos molestan menos, los que más...en general nos ayudará a conocernos mejor a nosotros mismos y a nuestra lesión, a afrontar ésta, a motivarnos con las pequeñas mejoras, y lo más importante, a mantener el compromiso.(fin de párrafo añadido el 22-03-2010 a las 8:37)
En resumen, con mucha motivación por volver a escalar otra vez como antes, y una confianza ciega en recuperarnos gracias a un fuerte compromiso por el trabajo diario, iremos realizando las siguientes tareas y las podemos ir registrando en nuestro diario:
3- Informarnos sobre nuestra lesión y comprender la fisiología de la curación: estimar en qué fase estamos4- Identificar factores que agravan la lesión y eliminarlos o minimizarlos
5- Analizar cuáles han sido los factores favorecedores de la aparición de la lesión: Elaborar un programa de prevención
y a continuación vendrá la siguiente fase un poco solapada con la primera:
FASE B- Facilitar la curación
1- Controlar la inflamación
2- Tratamiento adecuado
3- Identificar factores o actividades que alivian la lesión o que no la perjudican
4- Establecer y aplicar una progresión adecuada de ejercicios
y por último, la fase más esperada:
FASE C- Vuelta a la escalada
1- Establecer una progresión adecuada en el entrenamiento
2- Puesta en marcha de un programa de prevención de recaídas
Iremos desarrollando cada una de estas tareas y fases a lo largo de los próximos posts
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
- Christakou, A (2009): Rehabilitation from sports injuries: from theory to practice. Perspectives in Public Health, 129 (3), 120:126
- Duda, JL, Smart AE, y Tappe, MK (1989): Predictors of adherence in the rehabilitation of athletic injuries: An application of personal investment theory. Journal of Sport & Exercise Psychology. Vol 11(4), 367-381
- Frontera, WR; Micheo, WF; Amy, E y al. (1994): "Pattern of injuries of athletes evaluated in an interdisciplinary clinic". Puerto Rico Health Sciences Journal 13, 165-170
- Frontera, WR (2003): "Rehabilitation of Sports Injuries: Scientific Basis". The Encyclopedia of Sports Medicine. BlackWell Science.
- Houglum, PA (2005): "Therapeutic Exercise for musculoskeletal injuries". 2ª edición. Human Kinetics.
- Ivleva, L., y Orlick, T. (1991): "Mental links to enhanced healing"; The Spor Psychologist, 5(1), 25:40
- Weinberg, RS y Gould, D. (1996): "Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico". Edit. Ariel. Barcelona
- Wiese, DM; Weiss, MN; y Yukelson, DP (1991): "Psychological rehabilitation and physical injury: Implications for the sportsmedicine team". The Sport Psychologist, 1(4), 318:330.
Bona feina! m'ha agradat el post, costa fer parar a un escalador fanàtic eh?
ResponderEliminarGracias, Jaumegrimp
ResponderEliminarSí que cuesta, sí...es que nunca nos viene bien parar cuando estamos fanáticos. Que es casi siempre en este deporte, jaja
El temor a perder toda la forma física, junto a no hacer aquello que más nos gusta, o de repente, tener que adaptarnos a una situación nueva en la que tenemos que cubrir huecos de tiempo libre con otras actividades, etc. provocan que prefiramos rendir menos, incómodos por la lesión, desmotivados por la incertidumbre...en vez de parar un poco(qué son 2-3 semanas en toda una vida?), afrontar la lesión y volver a estar fenomenal otra vez después de curarnos.